jueves, 5 de septiembre de 2013

ENTRENAMIENTO EN LOS BALCANES.

Después de una larga, dura, para nada fácil y no por ello insatisfactoria temporada, mas bien todo lo contrario, donde ha habido que sacrificarse al máximo para sacar adelante el club en su primera temporada, y por supuesto que con un gran éxito, siempre gracias a mis compañeros que siempre confiaron en mí al frente del club. Decidí hacer un parón en todos los aspectos a lo que al club se refiere y una vez las cuentas del club en orden, sacar un billete y volver tres años después a mi rincón favorito, los Balcanes.
Lógicamente, y a pesar que seguía lesionado, decidí echar en la maleta las zapatillas, garmin y equipación para entrenar, por delante una semana y tres países para visitar sin saber si encontraría el momento para sacar las zapatillas y echar un trote.

Después de haber cruzado Istria, y Eslovenia  no encontré el momento de calzarme las zapatillas para salir a correr un rato hasta que llegué a Zagreb, donde además el hotel estaba ubicado en una zona bastante aceptable para correr. 

 Plaza Jelacica, Zagreb.

La tarde antes en Ljubjana, Ivana, quien conocí en estos días, me comentó que ella también corría, y que solía correr cuando estaba en Zagreb en una zona verde que había al lado del hotel de unos dos kms y medio cada vuelta.
Bueno, en realidad hace mas el que quiere que el que puede, y para poder salir y hacer 5 kms, solo pude hacerlo a las 6 de la mañana, ya que el viaje estaba cronometrado al milímetro para poder ver lo máximo posible. Y así hice, Ivana no me pudo acompañar esa mañana por unos problemas de garganta y fiebre, pero a las 6, puntual como un reloj empecé a estirar en la puerta del hotel, cuando al mismo tiempo baja otro corredor con muy buena pinta de atleta, y hace lo mismo, pero en el momento que salgo a trotar segundos después se pega por detrás. A mí que no me gusta eso de llevar gente demasiado pegada, aumento un poco el ritmo, pero él hace lo mismo. De las dos vueltas que quería dar, ya había dado una, pero no había manera de quitarme de encima al perseguidor. Al principio de la segunda vuelta cada vez lo tenía mas cerca y al final acabé corriendo el último km a 3:51 para poder quitármelo de encima y aún así me costó. Buena forma de empezar el día y sin desayunar!!! Así que ducha y sin perder tiempo, rumbo al Parque Nacional de Pletivce.

 Parque Nacional de Pletivce, Croacia.

Después de unos días de andar y andar y mas andar por ciudades como Zadar, Sibenik, Split, no volvía a entrenar hasta llegar a Sarajevo, aunque después de caer una tromba de agua, y cuando ya daba por hecho que no entrenaría, Ivana me dijo que el hotel tenía gimnasio con cinta, así que no me lo pensé dos veces e hice 6 kms en la cinta bajo la atenta mirada del encargado, el cual me interrogó después de correr ya que según me comentó tiene un hermano viviendo en Torrevieja. Así que misión cumplida aunque sea en cinta!!!
Y al día siguiente Mostar!

 En el famoso puente viejo de Mostar.
 Stari Most.
                                      
Después de pasar la mañana en Mostar, lugar muy especial para los que nos pusimos alguna vez un chapiri  y un chambergo, el destino era cruzar la tortuosa frontera con una leve parada en Ston, donde por cierto este domingo se disputará la maratón , que si no me equivoco transcurre por la pintoresca muralla que rodea la coqueta ciudad. Para finalizar la jornada, llegada a media tarde a la bella ciudad dálmata de Dubrovnik.

Anuncio de la Maratón de Ston 2013. 
                                         
Al llegar a Dubrovnik, todavía impresionado por las hermosas vistas a pesar de no ser la primera vez que las disfrutaba, solo tuve tiempo de coger la llave de la habitación y cambiarme de ropa antes que oscureciera.

 Vista de la bahía de Mlini, zona Dubrovnik.

Esta vez conté para el entrenamiento con la grata compañía de Ivana Milosevic, integrante del club SRK Alba de Istria, que cuenta en su currículum como corredora con participaciones en maratones de la categoría de Nueva York, Roma, Tokio, y Chicago 2012 donde ostenta su marca personal de 3:54:02 en los 42:195 metros.
Actualmente se prepara Berlín para el próximo 29 de septiembre donde le deseo toda la suerte del mundo, además a corrido diversas pruebas de ultrafondo por montaña y es 1:38 en media. 
Bien , para ser el último entrenamiento de mi estancia en la Ex-Yugoslavia, sin duda fue el mejor de los tres, sin estrés y sin sprint competitivo final. Todo parecía que iba a ser según habíamos visto Ivana y yo en el plano que nos había proporcionado en el hotel la recepcionista, un entreamiento con unas vistas estupendas por paseos marítimos. Aunque eso de paseos marítimos suena a muchos kms, en realidad no lo es, ya que eran localidades pegadas unas a las otras y muy pequeñas, tipo urbanizaciones.
Salimos desde Mlini, cruzamos todo el paseo marítimo que bordeaba la pequeña bahía, que mas bien era tipo cala para adentrarnos en otra bahía o cala en la pequeña localidad de Srebreno en la que por un momento abandonamos el paseo marítimo con una subida para volver a bajar hasta el paseo. Con las vistas que nos deleitaban, no importaba seguir haciendo kms aunque estubiera oscureciendo y se acabara el paseo marítimo cosa que finalmente ocurrió. Pero Ivana empezó a subir un pequeño cerro y empezamos a correr a través hasta llegar a la localidad de Kupari la que también cruzamos hasta llegar a una zona militar donde ya dicidimos darnos la vuelta y volver al hotel. Al pasar por la puerta del hotel decidimos pasar de largo y hacer unos metros mas para la vuelta a falta de unos 400 metros sprintar.
A pesar de haber completado tan solo 6 kms, creo que mereció la pena aunque solo sea por las bellas estampas que nos deja esta magnífica región. Y donde Ivana a pesar de llevar semanas sin entrenar por un virus estomacal y dolor de garganta aguantó como una campeona el ritmo que aveces se convertía de suave a alegre y de alegre a rápido como los últimos metros.


                                                      Dubrovnik, capital del Paraiso Estival.

Por desgracia, lo bueno se acaba y después de dos días en Dubrovnik toca volver a España donde regreso con las pilas cargadas para intentar afrontar una nueva temporada plena de ambiciosos objetivos y volver a compartir kms de asfalto con mis compañeros del Club Atletismo Sur Este.
Esta crónica va dedicada a todos los compañeros del club que confían en mí al frente del club y que cada día lo hacen mas grande con su presencia, entrenamientos, competiciones......queda claro que no hay límites ni fronteras!!!
Y por supuesto, y como no, dedicadísima, esta vez mas que a nadie, a mi compañera de entrenamiento Ivana Milosevic, drago mi je, hvala Ivana!!!